Necesario ampliar investigación sobre violencia de género en universidades
La comunidad universitaria promueve la denuncia para erradicar estala violencia digital
Redacción
Foto portada: Cecilia Abreu
La disposición de protocolos de atención a la violencia de género en las instituciones de educación superior, es un paso necesario para impulsar la atención y acceso a la denuncia, sostuvo el fundador de la organización Alter-Int, Raúl Rodríguez Sansores.
En el marco de las actividades por el Día Internacional de la Eliminación de la Violencia contra la Mujer, el especialista impartió la conferencia “Violencia de Género Digital en las Instituciones de Educación Superior: Reflexión para la acción”, en la cual manifestó que es necesario que se sigan planteando investigaciones de modo integral desde diversas perspectivas, para crear herramientas conceptuales y conocimiento que visibilice y nombre esta realidad.
“Necesitamos la generación de estrategias que prevengan, acompañen a las víctimas cuando se presente y disminuyan la incidencia de esta grave y latente problemática que se da en nuestros espacios universitarios”, apuntó.
Rodríguez Sansores consideró que si bien existen estudios que abordan la violencia de género dentro de las universidades éstos son insuficientes, ya que se trata de una problemática que se incrementa con nuevas posibilidades a medida que el uso de recursos tecnológicos se generaliza e intensifica.
“Es importante mencionar la necesidad de continuar realizando investigaciones interdisciplinares que vinculen las causas y dinámicas que facilitan la reproducción de la violencia y el ejercicio del poder en las instituciones de educación superior”, resaltó.
Por tal motivo, explicó que entre las diversas maneras en las que se presenta la violencia digital se incluye el ciberacoso, definido como el envío de mensajes intimidatorios o amenazantes a través de las redes sociales.
Asimismo, el sexteo o sexting, que se sucede cuando se mandan mensajes o fotos con contenido sexual sin la autorización de la persona a quien se destina esa información.
“La violencia sexual, misma que se presenta al existir actos sin consentimiento de naturaleza sexual en contra de la voluntad de otra persona, puede comprender acoso sexual, hostigamiento sexual y violación”, advirtió.
Especificó que el acoso y el hostigamiento sexual se encuentran inmersos dentro de los tipos de violencia sexual, siendo los que más se presentan en el ámbito universitario, donde las mujeres son las víctimas más frecuentes de estos actos.
“La naturalización e invisibilización de la violencia, así como la falta de denuncia, son factores que contribuyen a su perpetuación, los esfuerzos por crear mecanismos que formalicen las denuncias, la atención a las víctimas y las sanciones, son limitados puesto que hunden sus raíces en el ejercicio del poder, la propia conformación de los sujetos, la sociedad y las instituciones,” concluyó.
Panorama sobre la violencia de género digital en universidades
Por su parte, integrantes del Programa Institucional de Igualdad de Género (Progenero) de la Universidad Autónoma de Yucatán (UADY) coincidieron en la urgencia de que la comunidad universitaria se sume a la lucha contra la violencia digital y se promueva la denuncia para erradicar esta práctica.
De acuerdo con los resultados de la encuesta “Violencias digitales en estudiantes de instituciones de educación superior del sureste mexicano”, presentados durante el conversatorio “Violencia de género digital en el ámbito educativo, datos estadísticos y las reformas legales que la sancionan”, solo el menos del uno por ciento de las personas presenta quejas ante los protocolos institucionales establecidos.
Ruby Pasos Cervera, académica de la Facultad de Economía, detalló que el estudio se aplicó a cuatro mil 413 estudiantes de las universidades Autónoma de Yucatán, Veracruzana y Autónoma Benito Juárez de Oaxaca.
De ese total, el 54 por ciento reconoció haber sufrido alguna experiencia de violencia digital de género, mientras el 68 por ciento de las víctimas son mujeres.
Además, indicó, el acoso y hostigamiento son las conductas no deseadas que más impactan a estudiantes universitarios, en su mayoría en rangos de 23 a 25 años; a éstas le siguen la amenaza y la extorsión, y finalmente la discriminación.
Sobre las acciones para afrontar estas vivencias, precisó que solo el 0.71 por ciento denuncia ante la oficina de los responsables de Protocolo Universitario y el 1.54 por ciento recurre a las autoridades.
En contraste, el 25 por ciento decide bloquear a su agresor; el 18 por ciento prefiere ignorar estas conductas y el 12.30 por ciento borra los comentarios o publicaciones.
En presencia de la responsable de Progénero UADY, Leticia Paredes Guerrero, el profesor de la Facultad de Psicología Carlos Carrillo Trujillo enfatizó que en los últimos años se ha incrementado el uso de la tecnología como herramienta fundamental en la vida de las personas, generando interacciones que pueden ser consideradas como negativas, tal es el caso de la violencia digital que se refiere a una agresión psicológica sostenida en plataformas como Instagram, Facebook, WhatsApp y TikTok.
Desde Progénero, agregó, han implementado alrededor de 40 talleres para sensibilizar a los jóvenes sobre este problema, lo que ha permitido observar que la mayoría del estudiantado ha sufrido algún tipo de violencia digital, sin embargo, no lo consideraban así o aún les cuesta trabajo reconocerlo, y la mayoría de las agresiones fue de exparejas o compañeros de escuela.
La secretaría técnica del Comité Ejecutivo del Protocolo de la UADY, Minerva Zapata Denis, reconoció que los supuestos de violencia digital son complejos, pero se tienen las instancias adecuadas para denunciar y para que las víctimas tengan el acompañamiento adecuado, que les permita llevar este proceso.
“En el caso de la Universidad, es indispensable detectar y combatir cualquier caso de violencia digital, visibilizar y conocer sobre estas conductas; desde 2019 en la UADY tenemos el Protocolo para la Prevención, atención y sanción de la violencia de género, discriminación, hostigamiento, acoso y abuso sexual”, precisó.
Concluyó en que, si bien es urgente que se sume la comunidad universitaria a esta lucha, la prevención es una labor que desde la casa también se debe realizar.