Lucha contra la contaminación: Artistas se unen a la resistencia en Santa María Chí, Mérida 

Texto Abraham Bote

Murales: Pelo Madame,Sanah,LETS,Zar Crytor,Tay Broken

En los últimos nueve meses, los residentes de Santa María Chan sostenido una feroz batalla contra la contaminación y las operaciones de una granja en la región. Recientemente, obtuvieron un amparo adicional que ordena el cese de las actividades de la granja, especificando que deben retirar los cerdos y cerrar sus instalaciones. Sin embargo, una reciente salida por el monte ha despertado preocupación entre la población, ya que afirman que la granja sigue operando e incluso introduciendo nuevas lechonas. 

La situación se agrava con la presencia de enfermedades respiratorias, como bronquitis, causadas por la fuerte pestilencia que emana de la granja, especialmente durante las lluvias. Además, los residentes se enfrentan a plagas de mosquitos y moscas, sumado a un insoportable mal olor en la zona. 

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Otro aspecto crítico de la lucha de la comunidad es la contaminación del agua. Estudios realizados en Santa María Chí revelan que el agua local está siete veces más contaminada que cualquier otra en el territorio, con niveles de cloro 78 veces más altos que en Mérida. La sobrecarga de residuos, que supera la capacidad de la granja, se vierte en el monte y llega a los cenotes, amenazando el suministro de agua local. 

Los habitantes, en colaboración con artistas comprometidos, han pintado un cuadro vívido de su resistencia, destacando los desafíos que enfrentan diariamente. Los artistas, que obtuvieron el permiso para unirse a la lucha, buscan dar visibilidad a esta causa sin apropiarse de ella. Su misión es ser narradores de la realidad, resaltando no solo la belleza de la cultura local, sino también los desafíos que enfrenta actualmente. 

“Como artistas, nos corresponde señalar y relatar lo que sucede. El pueblo Maya no solo abarca mestizaje, folklore, comida, fauna y flora. Todo este territorio lo configuramos nosotros con nuestras costumbres y formas de vivir. Los Mayas hemos habitado este territorio durante miles de años, superando el número de población actual, y nunca hemos contaminado el agua. ¿La razón? Sabíamos cómo habitar este territorio y existía un profundo respeto hacia la madre naturaleza”, señala el colectivo de artistas visuales.

La resistencia del pueblo maya en este territorio no es nueva, pero ahora las comunidades están alzando la voz contra la contaminación y la explotación. Los artistas se presentan como un apoyo valioso para visibilizar esta lucha y generar conciencia sobre la importancia de preservar el entorno y la salud de la comunidad. 

“Lo que aquí se plasmó es nada más que el testimonio de los habitantes de Santa María Chi, que están hartos de la indiferencia por parte del gobierno y la represión policial. El sistema es inhumano; la policía defiende a los empresarios, y muchos reciben dinero para hacerse los desentendidos ante un problema con alto impacto ambiental y social”.

“Nuestro suelo es kárstico y está demostrado que estos megaproyectos contaminan sin que nadie los detenga. El agua de Yucatán está contaminada gracias a autoridades corruptas y un sistema que solo ve a los mayas como objetos exóticos para atraer más turismo masivo con su tren militar”, concluyeron.

JUEZA CONCEDE SUSPENSIÓN DE LA GRANJA

En noviembre de 2023, niños y adolescentes de Santa María Chí presentaron una demanda de amparo contra varias autoridades, incluyendo SEMARNAT, PROFEPA, CONAGUA, el gobernador de Yucatán, la SDS, el alcalde de Mérida y la Dirección de Desarrollo Urbano del municipio. La acción legal busca detener las operaciones de la granja de cerdos “Granja Porcícola Santa María”, que alberga unos 42 mil cerdos desde hace aproximadamente 30 años.

La Jueza Cuarta de Distrito en Mérida concedió una suspensión provisional, ordenando la paralización inmediata de las operaciones y la detención de la introducción de más cerdos. También se llamó a juicio a empresas relacionadas con la granja. Santa María Chi, parte de la Reserva Estatal Geohidrológica del Anillo de Cenotes, ha visto afectados sus recursos ambientales por la operación de la empresa porcícola.

La demanda alega violaciones a derechos como la salud, el agua, y el medio ambiente, así como el derecho a la consulta indígena y al consentimiento previo, libre e informado, en concordancia con el principio del interés superior de la infancia y adolescencia reconocido en la Constitución Federal y la Convención sobre los Derechos del Niño.

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