“Pemex priorizó la producción encima de la seguridad”: Montaño sobre derrames
*Por Juan Luis García/ Causa Natura Media /Foto: Cuartoscuro
Petróleos Mexicanos (Pemex) priorizó la producción sobre la atención al derrame en la Sonda de Campeche, apuntó Pablo Montaño, coordinador general de la organización civil Conexiones Climáticas, tras la falta de transparencia de la petrolera sobre dos derrames denunciados el último mes por un grupo de más de 20 organizaciones civiles.
El especialista apuntó que no hay razón para que la petrolera haya tardado 16 días en cesar la producción y reparar la fuga de este ducto en la sonda de Campeche que habría iniciado el 3 de julio.
“Si la posibilidad era cerrar el pozo porque no se cierra, a qué se debe esa demora, ahí lo que se puede inferir y esto lo hago a título de personal es que está priorizando una cuestión de producción por encima de una de seguridad, se está priorizando el continuar la producción a pesar de un derrame”, sostuvo Montaño.
La petrolera debería haber explicado por qué se tardó tanto en atender el derrame, añadió.
De acuerdo con el director de Pemex, Octavio Romero, la reparación de la fuga fue suspendida el 7 de julio para atender el incendio de la plataforma Nohoch y reanudada el 19 de julio.
“Es importante que antes de que continúe se den cuenta de que no es petróleo crudo pesado, es crudo ligero, lo que se observa son láminas muy pequeñas delgadas de aceite, no es chapopote. Y se llama iridiscencias porque con los rayos del sol se reflejan”, dijo Romero el 26 de julio en conferencia de prensa.
Un derrame de un máximo acumulado de 1,368 barriles, esto es 76 barriles por día durante los 18 días que duró la fuga, estimó Pemex. En cambio, para lograr una capa de 467 kilómetros cuadrados, como se le acusa a Pemex, se hubiera tenido que derramar 3 millones de barriles, apuntó la petrolera en dicha conferencia.
Diferencias del área estimada
El grupo de organizaciones civiles denunció el 17 de julio que este derrame en la sonda de Campeche dejó una mancha que rondaba en 400 kilómetros cuadrados, a lo que Pemex respondió que en realidad se trató de un área de 0.06 kilómetros cuadrados.
De acuerdo con esta imagen de las organizaciones civiles, el triángulo amarillo representa el tamaño que Pemex sostiene de 0.06 km con respecto al resto de la mancha. Foto: comunicado ONGs.
La diferencia en el estimado del área afectada, ha hecho que las organizaciones comunicarán que no considerarán la respuesta de Pemex como válida hasta que no presente pruebas, como ellas habrían hecho mediante imágenes satelitales y de radar.
De esta forma un comunicado de Pemex y una conferencia de su director Octavio Romero no han terminado de despejar las dudas de los denunciantes del derrame.
“Creo que hay un punto clave que es el que más disonancia causa entre lo que estamos observando las organizaciones y que ha confirmado el propio Instituto de Geografía de la UNAM, y es la extensión de un derrame que Pemex insiste en minimizar. O sea, Pemex habla de iridiscencia como si no significara contaminación”, dijo Montaño.
El propio presidente Andrés Manuel López Obrador se ha sumado a subestimación de las imágenes satelitales presentadas por las organizaciones civiles, dijo que se trató de ”una pequeña fuga ya disuelta de aceite, mucho, mucho, mucho muy pequeña, nada que ver con lo que decía el Reforma, y sigue diciendo”, en una conferencia del 24 de julio.
De acuerdo con Pemex, el tamaño de la fractura detectada el 3 de julio fue de siete centímetros, la mitad de lo que mide un bolígrafo, y un ancho de un milímetro.
Para Romero el fenómeno de las manchas en Cantarell se debe a las “chapopoteras” un fenómeno natural de emanaciones de hidrocarburos, capaz de dejar largas extensiones de iridiscencias.
Sin embargo, las organizaciones apuntaron el 27 de julio que sus denuncias no han sido sobre este fenómeno natural sino de fugas.
“Las chapopoteras mencionadas se encuentran a más de 20 km del punto de fuga y no
justifican ningún tipo de vertido adicional por actividades extractivas”, expusieron en un comunicado.
La ASEA
La Agencia de Seguridad, Energía y Ambiente (ASEA) publicó el 18 de julio un comunicado en el que aseguró que había sido notificada del incidente desde el 6 de julio.
La Asea apuntó que entre las acciones que tomó se encontraron: realizar un sobrevuelo de los campos Ek-Balam, acciones de contención y limpieza, y la promesa de medidas cautelares para la sustitución de las instalaciones.
Montaño apuntó que la institución no ha estado a la altura que la atención amerita.
“Yo creo que la Asea ha estado muy por debajo de lo que su mandato le indica, o sea su misión es supervisar la seguridad industrial y operativa y la protección del medio ambiente, esa es la descripción de la Asea. Sin embargo, lo que estamos viendo aquí es que es una agencia que simplemente está avalando lo que la empresa está diciendo y haciendo, considerando a Pemex, como una empresa, que eso es, la Asea tendría que evaluar el impacto y sancionar a la empresa, tendría que estar regulando el impacto que estamos todos viendo. Por qué no lo está haciendo, eso es algo que se le puede recriminar a esta agencia”, apuntó el coordinador de Conexiones Climáticas.
El derrame silenciado
Si bien, las organizaciones civiles denunciaron en su primera conferencia la existencia de un derrame ocurrido en junio y otro en julio, del primero las autoridades no han hecho mención alguna. Éste habría abarcado 270 kilómetros cuadrados.
“No es de la misma plataforma, tenemos uno de Balam Tango Bravo (junio) y el derrame de julio es Ek Balam Tango Alpha. Entonces tenemos estos dos puntos derrame distintos; del derrame de junio nunca ha hablado nada; nunca ha dicho una sola palabra Pemex, nunca nos han dicho qué pasó, cuánto se vertió, qué hicieron, todo lo que se han dicho o han empezado a decir sobre el derrame de junio no hay nada”, dijo Montaño.
* Este artículo fue originalmente publicado en Causa Natura Media.