Activistas encarcelados por defender un parque en Guadalajara, se solidarizan con vecinos de Altabrisa

Ven mismo operar entre “mafia” inmobiliaria de Guadalajara y Mérida

Vecinos amenazan con interponer amparos y otros recursos jurídicos para defender sus espacios verdes

Por Abraham Bote Tun

Los estudiantes Iván Cisneros, Javier Armenta Araiza y José Rojas fueron detenidos por las autoridades de Guadalajara por defender un parque público, pasaron cinco meses en el penal de Puente Grande, Jalisco. Fueron tratados como delincuentes. Hoy, siguen un procedimiento jurídico en su contra en libertad.

Estos jóvenes activistas, quienes integran el Parque Resistencia Huentitán, se solidarizan con las y los vecinos de Altabrisa y se suman a su lucha. Los activistas exponen que existen similitudes entre lo que pasa con la “mafia inmobiliaria” de Mérida y Guadalajara y las autoridades locales.

“Están buscando cómo hacer negocios inmobiliarios en espacios públicos en lugar de estar buscando aumentar el bienestar de que quienes ya viven en ese lugar, el poder institucional no está dirigido a aumentar el bienestar de los estudiantes o de los vecinos o de los activistas de un barrio, al contrario, está dirigido en cómo impulsar desarrollos inmobiliarios”; sentenciaron.

“Proyectos que ponen en riesgo a los vecinos de los barrios, el derecho humano al agua a un medio ambiente sano entre muchos otros”; añadieron.

Por su parte la Asociación de Vecinos de Altabrisa señaló que en caso que sus exigencias no sean escuchadas por las autoridades interpondrán amparos y otro recurso jurídico para hacer valer sus derechos; esperaran a la decisión que tome el Cabildo de Mérida para emprender estas acciones.

Armenta Araiza, quien fue presidente de la Federación de Estudiantes Universitarios (FEU), comentó que en 2012 la organización estudiantil se unió a la lucha vecinal que defendían un parque en Huentitán. Guadalajara, pues las autoridades querían privatizar para venderlo a un desarrollo inmobiliario.

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En marzo de 2021, luego de emprender muchas acciones para que dicho terreno sea de la comunidad, y al agotarse las vías institucionales, decidieron levantar un campamento permanente en el lugar, formado por estudiantes y vecinos; estuvieron durante 144 días.

Las autoridades de la Fiscalía General de Jalisco, según relatan los jóvenes, mandó a elementos de la seguridad retirar el campamento con lujo de violencia; además en noviembre del 2022 se abre una carpeta de investigación en contra de los tres estudiantes.

Los acusan de “despojo de bienes inmuebles y aguas”, además de que en lugar tenían armas de fuego, lo que afirman es completamente falso. “Estudiantes, vecinos y fuimos tratados como narcodelicuentes”, señala Javier Armenta.

Parque Tho

En el caso de este proyecto, los activistas señalaron a los vecinos y vecinas de Mérida que no están solos ni solas; “desde Jalisco estaremos compartiendo su mensaje” y los invitaron a seguir resistencia y luchando por la defensa de sus espacios públicos y verdes.

“Aquí apenas podrían suceder los actos jurídicos para desincorporar esos terrenos…venimos a decirles que los rollos que se avientan las autoridades de intercambios, permutan nunca se cumplen, siempre va a ganar la mafia inmobiliaria porque tienen un interés con la clase política; no luchen por un uno y dos parques, no luchen por todos los terrenos públicos”, sentenciaron.

Iván Cisneros agregó: “Venimos aquí a solidarizarnos con los y las vecinas de Altabrisa, con los defensores de las áreas verdes del estado de Yucatán porque sabemos que aquí en Yucatán existen mucha selva tropical, bosques y esto es un gran filete muy jugoso para la mafia inmobiliaria”.

Luis Montoya, integrante del colectivo vecinal de Altabrisa, aclaró que los terrenos donde se pretende construir el parque Tho son dos, uno es el conocido como Parque INAH, de cinco hectáreas que desde 2006 se encontraron vestigios arqueológicos, ubicado enfrente de un desarrollador inmobiliario que mide dos hectáreas, que el Ayuntamiento de Mérida quiere sumar con el de cinco hectáreas para construir este proyecto.

Y el otro terreno, de tres hectáreas, es lo que corresponde al conocido por la ciudadanía como Parque Central de Altabrisa. “Hay dos terrenos públicos, uno de cinco hectáreas y otro de tres hectáreas, en realidad el Ayuntamiento podría construir no uno sino dos parques”; indicó.

A su vez, explicó que el terreno que quiere permutar el Ayuntamiento es el de dos hectáreas con el de tres hectáreas, es una hectárea más pequeña, además cada metro cuadrado del terreno de la inmobiliaria vale 30 por ciento menos que el terreno que está en el Parque Central.

“El Ayuntamiento va a cambiar el destino del uso de suelo del terreno que permutó, al hacer ese acto automáticamente ese terreno se dispara exponencialmente el precio y hacer eso es darle un beneficio indebido a un particular, es decir, la autoridad está facultando a un particular no solo a darle un terreno, sino que además cuando emita el cambio de uso de suelo ese terreno se va a disparar hasta 10 veces su precio actual. Entonces sale ganando la industria inmobiliaria”, sentenció

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