Pobladores de Homún exigen a Mauricio Vila Dosal y a la Semarnat poner un alto a la “agresiva industria porcícola” en el estado
Indignación
Pobladores de Homún exigen al gobernador de Yucatán y a la Semarnat poner un alto al avance de la “agresiva industria porcícola” en el estado
Pobladores de Homún exigen al gobernador de Yucatán, Mauricio Vila Dosal y a la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales (Semarnat) escuchar la voz del pueblo maya y poner un alto al avance de “la agresiva industria porcícola” en el estado.
El pasado 25 de mayo, el gobierno de Yucatán dio a conocer que el gobernador Vila Dosal y la titular de la Semarnat, María Luisa Albores González, sostuvieron una reunión y firmaron acuerdos, supuestamente, para “la conservación del medio ambiente en Yucatán”.
De acuerdo con el gobierno estatal, dichos convenios tienen el objetivo de “atender las principales necesidades ambientales de la entidad, con la armonización de instrumentos de ordenamientos ecológico y territorial de los asentamientos en Yucatán, y el intercambio de información en temas relacionados con las unidades de producción pecuaria”.
Ese mismo día, ante las amenazas al medio ambiente e impactos a la salud de la población, ocasionadas por las megagranjas, activistas, defensores de derechos humanos, pueblos indígenas, organizaciones civiles de cinco países de América (Estados Unidos, México, Chile, Argentina, Ecuador) presentaron una declaratoria en contra de las granjas porcícolas.
Este acuerdo se dio previo a la “Expo Foro Ambiental 2022”, organizada por la Cámara Nacional de Comercio, Servicios y Turismo de Mérida, y patrocinada, entre otros, por la empresa porcícola Kekén, señalada por diversas comunidades mayas del estado de ser la causante de afectar su patrimonio biocultural, junto con la Secretaría de Desarrollo Sustentable (SDS), del Estado de Yucatán, que en diversas ocasiones ha exhibido su respaldo a las mega fábricas de cerdos.
“Frente a este contexto resulta inadmisible que, mientras las comunidades mayas se reúnen para exigir el cierre inmediato de las mega fábricas de cerdos y el respeto a su derecho a la libre determinación y a vivir en un medioambiente sano, los gobiernos federal y estatal en una muestra más de racismo, realicen acuerdos y foros en los que las comunidades indígenas vuelven a estar invisibilizadas”, manifestaron en su posicionamiento.
Recordaron que las comunidades mayas han exigido tanto al gobierno federal como al estatal el respeto a su derecho a la libre determinación frente al negocio porcícola.
Hace un mes, añadieron, representantes de las comunidades afectadas sostuvieron en la comunidad de Homún, una reunión con funcionarios de la Semarnat en donde les hicieron llegar información sobre las diversas violaciones que las mega fábricas de cerdos causan en sus territorios.
En dicho encuentro, además se solicitó la presencia de la secretaria Albores González para que de manera directa presenciara esos impactos.
No obstante, según expusieron, a la fecha, la funcionaria no ha dado respuesta a las comunidades, pero sí se ha reunido con el gobernador del estado, uno de los principales impulsores de la industria porcícola.
Las comunidades mayas del estado han solicitado el diálogo con autoridades municipales, estatales y federales, han realizado autoconsultas en las cuales han dicho no a las mega granjas de cerdos, han realizado peticiones formales y juicios de amparo para ejercer su derecho a la libre determinación, han realizado manifestaciones pacíficas y a pesar de todo ello, las autoridades de los tres niveles de gobierno siguen respaldando a las grandes empresas porcícolas omitiendo el derecho que los pueblos tienen a decidir sobre su territorio y el ejercicio de su soberanía como pueblos originarios.
“Frente a la crisis climática que impera en el mundo, resulta indispensable erradicar el modelo económico que subsiste, pues además de generar graves impactos ambientales, afecta el tejido social y genera condiciones de explotación y despojo hacia las comunidades y pueblos afectados, tal como se determinó en la Declaración de América sin mega fábricas de cerdos”, concluyeron.