Comunidades mayas: defensa de la vida y resistencia contra el Tren Maya

“Esta idea de desarrollo es vista como una barca de salvación ante la deuda histórica que se tienen con nuestro pueblo por el empobrecimiento que hemos vivido”

Por Abraham Bote Tun

Las comunidades mayas de la península de Yucatán han resistido contra “el mal llamado” Tren Maya: una lucha por su territorio, sus recursos naturales, la vida y su cultura, un proyecto que ha vulnerado varios de sus derechos humanos, así lo expusieron pobladores mayas y activistas durante el foro Tren Maya: miradas y aproximaciones desde las comunidades que realizó el Seminario Universitario de Sociedad Medio Ambiente e Instituciones (Susmai), de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), este 19 de marzo.

Asimismo, señalaron que han resistido fraudes, despojos, amenazó y extorsiones por su lucha; además expusieron que este tipo de magaproyectos generan la mercantilización de la cultura maya, relega a los mayas a trabajos de obreros y servicios, mentares que el desarrollo económico sólo es para los gobiernos y inversionistas.

Como ejemplo de esto, mostraron el caso de Cancún y la Riviera Maya, también advierten que el tren es una puerta al aumento del crimen, los feminicidios, narcotráfico con la construcción de los polos de desarrollo que llegarían hasta las comunidades mayas; así como e incremento a los desarrollos inmobiliarios y demás afectaciones a las comunidades y la selva.

“Estamos en resistencia, estamos persistiendo y ahora con este megaproyecto del Tren Maya, nuestra residencia se ha hecho más fuerte para la defensa de nuestro territorio y la vida”, manifestó Sara López, integrante de la mesa directiva del Consejo Regional Indígena y Popular Xpujil (CRIPX).

La activista indicó que este proyecto ha sido impuesto por el gobierno federal, porque nunca se llevaron a cabo consultas como se debió hacer, es decir previa, libre e informada; no obstante estas fueron amañadas, que no tomaron en cuenta al pueblo, sino solo a ciertas personas. “Es un megaproyecto del gobierno federal y quienes están invirtiendo”, recalcó.

En toda la construcción, según dijo, hay una devastación y destrucción; grandes impactos en las comunidades que pertenecemos a la península , a la fauna, al medio ambiente, la selva.

“Es triste lo que está pasando, donde hemos vivido tantos años, donde hemos cuidado lo pocos que hemos podido, la selva, los animales, los mayas hemos dato la vida para tener esa casa que es el territorio, para tener la tierra que es nuestra y que eso es los nos da vida…estamos en la defensa del territorio y de la vida”, subrayó.

Asimismo, indicó que en los siete tramos del tren está la destrucción total¡, el desalojo de personas que viven desde hace muchos años y quienes construyeron un patrimonio cerca de la vías. “Han violado sus derechos, a la vivienda, no le han garantizado nada, si los han desalojado porque los amenazan”, comentó.

“Es una rabia e impotencia al ver como las máquinas destruyen el patrimonio de muchas personas que construyeron y lograron tener con mucho esfuerzo”, insistió.

La integrante de CRIPX recalcó que los pueblos han sufrido desalojo, amenaza, fraudes, extorsión incluí hasta persecución por defender sus territorios.
Aunado a esto, dijo que las comunidades desconocen de los impactos que va generar este proyecto, “Existe una preocupación muy fuerte, cómo nos vamos a defender sino tenemos armas, cómo defender el territorio y la vida”; se cuestionó.

Angel Sulub, del Centro Comunitario U kúuchil k Ch’i’ibalo’on, comentó los pueblos mayas tenemos derechos, los cuales han sido violentados por proyectos como el mal llamado tren mayal.

El también delegado del Congreso Nacional Indígena (CNI), dijo que con este tren se podrá tener un caso similar a lo que paso con Cancún y la Riviera Maya, proyectos que se generaron con pretexto de un crecimiento económico para el país, pero para los pueblos mayas este ha representado todo menos el bienestar.

Ha ocasionado la pérdida de muchas de las formas tradicionales de vida, transformación del territorio, las relaciones entre los pueblos, espacios personas, migración, el resquebrajamiento de las formas tradicionales de organización, precisó.

Además, añadió, los mayas hemos pasado de ser pueblos autosuficientes que vivíamos de la milpa maya, economías comunitarias, a ser un pueblo que depende del turismo. Estamos en los centros turísticos como la mano obra , constructores, el servicio de esta gran industria turística. “Somos los pueblos maya quienes sostienen industria turística a través de un trabajo precarizado , que no tiene nada que ver con la dignificación de la vida del pueblo maya, toda esta riqueza es para los inversionistas y gobiernos y no para el pueblo maya”, sentenció.

Estos proyectos, como el tren, manifestó, han representado para los pueblos mayas la muerte y destrucción del medio ambiente, de la naturaleza, ecosistemas donde se asientan estos polos turísticos se aumenta igual la criminalidad y la muerte de las hermanos y hermanos mayas.

A su vez, indicó que todo este desarrollo turístico ha ocasionado una transformación de lo que somos los mayas, por medio de la mercantilización de la cultura. “Nuestra ritualidad se convierte en productos para el turismo”.

En concreto, el líder de la CNI recalcó que éste ni es maya ni tampoco es un tren, sino es una puerta al incremento de la criminalidad, la agroindustria, surgimiento de parques industriales. termo eléctricas, parques eólicos y fotovoltaicos; incremento del tsunami turístico que ha traería destrucción ambiental, social, económica comunitaria para los pueblos mayas.

Se generaría, agregó, una urbanización con la construcción de aeropuertos, aumento de la industria de la carne que tanto daña hace al agua, incremento de los desarrollos inmobiliarioss, entre otros males.

Aunado a esto, el activista maya indicó que este tren representa una ameneza a la espiritualidad, a las formas de vida rurales. “Todos estos megaproyectos y estos planes de ordenamiento territorial hablan de la urbanización, de un modelo de desarrollo y progreso que tiene que ver con la urbanización, que no necesariamente compartimos los pueblos mayas; porque hay un gran valor en la vida rural y las prácticas tradicioanales”; manifestó.

Por su parte, Wilma Esquivel Pat, del Congreso Nacional Indígena, península de Yucatán, indicó que ha habido una desinformación “brutal”, respecto a este tema, desde la fase informativa con las comunidades se manejaron datos erróneos, donde la consulta no fue de buena fue, apuntó.

Igual habló de con este proyecto se pue en riesgo el abastecimiento de agua pro la extracción, que se incremente la agroindustria, se cree una zona industrial en varias zonas de la península y la contaminación que pueda generar.

“Esta idea de desarrollo es vista como una barca de salvación ante la deuda histórica que se tienen con nuestro pueblo por el empobrecimiento que hemos vivido en estos años, el turismo es elitista , excluyente y depredador y se sostiene por la mano de obra maya, pero la riqueza se queda con ellos”, sentenció

María Hernández, ejidataria del ejido don Samuel, Escárcega Campeche, compartió que ella el 15 diciembre 2019 , cuando llevo votación consulta con el ejido decidió votar a favor de este proyecto, no obstante luego se dio cuenta que no era lo que habían prometido.

Votó a favor pues hablaba del desarrollo de las comunidades, de las generación de empleos, lo vio como una oportunidad de crecimiento y al ser madre soltera darle algo a sus hijos, sin embargo la comunidad solicitó mayor información, pero nunca llegó.

No entendía porque tenían que vender sus tierras a empresas extranjeras y porque no mejor se creaban empresas sociales, que desde las comunidades se diera este cambio de mejorar la situación con más escuelas, área de salud.

Tampoco el Comité de Seguimiento del Tren Maya que se instaló recibía mayores detalles y ni respuesta a sus dudas, aún así se firmó la consulta bajó el convenio 169 de la la Organización Internacional del Trabajo (OIT) que determina que deben ser de una forma adecuada, libre, previa, de buena fe.

“No se dijo habló de ningún impacto, como pueden votar en contra de algo que no conoces, si te hablan siempre a favor”; comentó la activista.

En 2020, comentó, se presentó al ejido una empresa encargada de la liberación de la vía y se hizo una asambleas representativa con la votación de sólo 45 ejidatarios, cuando son más 200, donde se avala el cambio de uso de suelo de sus tierras, la empresas se llevaban los documentos y no dejó copia.

Meses después, agregó, la misma empresa dijo que salieron los recursos para el ejido y los comisarios fueron llevados a palacio de gobierno de Campeche para recibir los recursos, les daban cierta cantidad, pero igual fueron intimidados para aceptar.

“Se empieza a tener temor ante esto y se deja ver una corrupción”, afirmó.

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