Jóvenes, niños y niñas crean comunidad a través del boxeo en la colonia Mulsay

Por Abraham Bote

Foto portada: Itto Muñoz

Un ring al aire libre, casi rozando la calle, donde jóvenes entrenan diario, el cual tiene como escenario acompañante una hermosa puesta de sol. Unas enormes llantas yacen en la acera, las usan para entrenar sus piernas. Un costal de boxeo colgado en el exterior, mientras un muchacho salta la cuerda cerca de la calle. Niñas pequeñas golpean un saco con destreza. Se nota que, a pesar de su edad, no son principiantes. Una casa pequeña acondicionada como un semillero de boxeadores.

En la esquina de la calle 110 por 67 E, de la colonia Ampliación Nueva Mulsay se encuentra el gimnasio Guerreros del Ring, un espacio donde niños, jóvenes y adultos entrenan a diario. Ya sea por deporte, para hacer ejercicio o por defensa personal, estás personas han encontrado en el box una forma de crear comunidad.

El lugar llama la atención porque su ring, se encuentra al aire libre, donde las y los vecinos pueden observar a los jóvenes entrenando, además las y los deportista se han apropiado del espacio público, parte de la calle, aceras, para realizar sus entrenamientos.

El gimnasio es humil, no cuenta con aparatos de reconocidas marcas, ni la infraestructura como otros grandes gimnasios, pero tiene algo que posiblemente otros no tengan; corazón y amor por el deporte.

Asimismo, este lugar no es exclusivo de hombres, pues también asisten mujeres, madres, quienes acuden para hacer deporte, para aprender defensa personal ante el aumento de violencia en las calles; pero además también va niñas y niños pequeños. Desde temprana edad aprenden los valores, la disciplina de este emblemático deporte.

foto Abraham Bote

Carlos González Palomino, conocido como “Chocolate”; fundador del gimnasio, muestra con orgullo un par de cinturones colgados en una de las paredes de block de este centro deportivo, que ganaron sus muchachos en un torneo en Tamaulipas, Ciudad de México y Cancún.

El entrenador comenta que este espacio surgió hace unos 6 años en la colonia Mulsay, se adecuó con equipo, materiales, y demás objetos que él y demás compañeros usaron y sus propias manos, ante la fata de recursos. Incluso, ya agarrar parte de la “escarpa” para poner sus equipos y los muchachos puedan entrenar, porque el espacio ya es pequeño, ya que la respuesta ha sido muy buena por parte de las y los vecinos de la colonia, aunque también asisten personas de otros rumbos más lejanos.

“No es un gimnasio de lujo, porque jalando y estirando, nosotros hemos logrado el poco quipo que tenemos con ayuda de padres de familia”, indica.

Además, muchos jóvenes no cuentan con el dinero para pagar, pero no es problema, se les recibe, se les enseña, con tal de que se alejen de las calles, indica Carlos.

Para Chocolate, gracias a este hermoso deporte y a su labor como entrenador, ha rescatado a muchos jóvenes que estaban dedicado al vicio, gracias al box “se logran componer”; expresa. “Aquí los terapeamos, hacemos que entrenen y dos o tres de éstos han salido muy buenos y siguen peleando ahora a nivel amateur”, indica con orgullo.

Asimismo, dijo que muchas personas vienen no precisamente con el fin de pelear, sino más para aprender y hacer ejercicio, que es bueno para la salud, no se le obliga a nadie a lanzar golpes. Más bien, este deporte es bueno para la condición física, y la fortaleza, destaca el ex boxeador.

También reconoció que muchas mujeres se han acercado el gimnasio, quienes acuden para entrenar, aprender a defenderse o sólo por ejercicio, incluso dio a conocer que ya tienen muchachas compitiendo en torneos. “Ahora con la violencia que hay, es bueno aprender a tirar unos cuantos golpecitos. Aprenden y también pelean”, indica Carlos.

En más de nueve años como entrenador, han pasado muchos boxeadores por su gimnasio y por sus enseñanzas, tanto que ha perdido la cuenta, pero actualmente en Guerreros del Ringo hay más de 30 personas, desde niños, niñas, jóvenes y adultos.

Sueña con tener un campeón estatal o por qué no, uno mundial. “Es lo que más anhelo, uno sueña con eso…el box es mi vida”; expresa

Gino Santamaría, otro entrenador del gimnasio, comenta que hoy en día los jóvenes y niños son muy vulnerables, por eso el box res un excelente escaparate, en verse de irse a drogarse pueden distraerse y formarse una carrera en el boxeo.

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