Denuncian violencia laboral y adeudo de sueldos en Semujeres

“Amo mi trabajo, pero nos violentan” se lee en una de las cartas con las denuncias

Por Abraham Bote

Por lo menos, 70 empleadas y empleados de la Secretaría de las Mujeres (SEMUJERES) del gobierno de Yucatán denuncian que no han recibido pago de sus salarios desde el mes de diciembre del 2021; en otros casos les han reducido su sueldo sin alguna razón justificable.

Sus jefas, según explicaron, no les dan una explicación razonable, sólo les dicen que son “problemas de administración”. Muchas trabajadoras han aguantado por el cariño al trabajo y su labor, sostienen.

Ante este panorama precario, muchas personas han tenido que hacer préstamos, otros son apoyados por sus mismas familias, pero no alcanza para todas cubrir todas sus necesidades.

Además, según los testimonios de varias trabajadoras, la dependencia ejerce violencia, presión y otras vulneraciones a sus derechos laborales; por tanto exigen al gobernador del estado, Mauricio Vila Dosal que atienda sus demandas y que les paguen los salarios atrasados.

“Me parece muy lamentable que el organismo encargado de velar por los derechos y la no violencia de las mujeres continúa aplicando violencia para con colaboradoras y también con sus colaboradores”; indica uno de los tantos testimonios en manos de Disidente Mx y que igual fueron entregados a la dirección Secretaría para que se tomen cartas en el asunto.

De acuerdo con los empleados, que pidieron el anonimato por temor a represalias, la mayor parte de la dependencia se encuentra en esta situación, pero en particular el área de atención a la violencia en municipios, en donde se encuentran aproximadamente más de 70 trabajadores sociales, psicólogo, psicólogas y abogadas y abogados.

La mayoría del personal trabaja por honorarios, casi no hay bases, y es el gobierno estatal el que proporciona el recurso. “Desde el mes de diciembre realizamos nuestro último cobro y prácticamente no tenemos fecha definida para nuestro pago, tampoco contamos con ningún tipo de prestación a pesar del trabajo extenuante y hasta cierto punto riesgoso que se realiza”, señalaron.

“Es incongruente que si las mujeres acuden porque no les pasen pensión, por ejemplo, a nosotros nos ejerzan violencia institucional y económica por nuestra empleadora que atiende violencia”; manifestaron.

Asimismo, indicaron que hay muchas madres solteras o que tienen a su cargo diversas responsabilidades y han tenido que hacer préstamos y van a tener que pagar hasta intereses por la falta de pago.

Cuando piden información y exigimos su pago, reciben respuestas con molestia o desagrado por parte de los superiores, quienes ante la evidente queja pública, han comenzado a ofrecer servicio de transporte, o vales de gasolina, lo que es totalmente una burla pues en casa se requieren pagar servicios de luz, agua, comida, el Internet para seguir laborando desde casa, servicios médicos porque no contamos con seguro, rentas, etc.

“Esta situación ya se está volviendo bastante desesperante”; señalan.

“El gobernador presume los logros de la dependencia, pero por detrás recibimos amenazas de actas administrativas, de que podemos perder la cédula profesional, de incidencias, etcétera…ya no sólo se atiende violencia… se están brindando otros servicios que competen a otras dependencias con tal de cumplir o quedar bien, pero todo es a costa del personal, el cual no es suficiente y tiene que laborar hasta jornadas muy largas”; sentenciaron.

MALOS TRATOS

“Amo mi trabajo, me encanta la lucha que defendemos, soy mujer, soy feminista, trabajo en la Secretaria de las Mujeres porque me encanta la causa, pero me violentan en mi trabajo. No se valora el esfuerzo que hacemos, se minimiza nuestro trabajo, se nos dice que somos reemplazables, no se nos paga desde hace casi tres meses, se nos redujo el sueldo casi a la mitad, no tenemos ningún tipo de prestación de ley, se nos ha humillado de diferentes maneras, no hay absolutamente nada de empatía, se nos culpa de todo, pero se nos reconoce por nada”, señaló otra trabajadora.

“Es tan triste trabajar en una dependencia de gobierno. Que pinta ser feminista y velar por derechos de todas las mujeres cuando en realidad detrás de todo esto habemos también mujeres que somos violentadas por nuestras jefas, por dirección y en sí por la Secretaría de las Mujeres”, remató.

Otra persona dice: “nos sentimos inconformes porque a pesar de no recibir algún tipo remuneración económica, se nos exige y presiona para entregar informes, salir a diligencias pagando gastos de nuestra bolsa y entregar nuestro tiempo en atenciones”.

Incluso, agregó, toman aun más de nuestro tiempo y recursos para poder sacar a delante su trabajo sin devolvernos las horas o los días que dimos. Es por ello que expresamos nuestra molestia porque a pesar de expresarlo verbalmente con los superiores solo nos hablan de “comprensión” y “empatía” pero sin darnos algún tipo de solución o avance hacia nuestros problemas.

ABUSOS DE LA TITULAR

Según las y los trabajadores, Myriam del Carmen Estrada Castillo, titular de Semujeres mencionó que para continuar laborando en dicha Secretaría se tenía que aceptar la condición de laborar “24/7″, dando a entender que las veinticuatro horas del día los siete días de la semana habría que estar disponible y que si alguien no estaba dispuesto era momento de: “abandonar del barco”.

“Las semanas fueron pasando y quienes aceptaron por gusto o necesidad el trabajo empezaran a cumplir extensas jornadas laborales de más de 12 horas, atenciones a menores de edad sin la preparación y capacitación debida, también se exigía ir a juntas fuera del horario laboral y cuando algo no le parecía, como sanción, se extendían diversas actas administrativas a las y los profesionistas”; denunciaron.

“Exigimos un trato humano, como trabajadores que prestan sus servicios, y que se nos remunere en tiempo y forma además de recibir un trato digno, porque entregamos tiempo, recursos y capacidades para sacar adelante trabajo del cual nos vemos los frutos como a cualquier trabajador que vela por las personas a las que ayuda. Pero por el contrario, no recibimos la y misma ayuda o trato que brindamos”, concluyeron.

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