Viviendas desocupadas en Mérida, síntoma de la especulación y burbuja inmobiliaria: Carla Luisa Escoffié
En Yucatán hay 658 mil 085 están habitadas y más de 60 mil en Mérida; el 90 por ciento de éstas, se encuentran en el norte de la ciudad
Por Abraham Bote
En la zona metropolitana de Mérida hay alrededor de 60 mil casas desocupadas; esto es reflejo de la burbuja inmobilaria y la especulación que impera en la capital yucateca, indicó Carla Luisa Escoffié Duarte, autora del libro “El derecho a la vivienda en México. Derechos homónimos”.
“Hay oferta, pero sigue habiendo una demanda no satisfecha”; expresó.
Para la defensora de los derechos humanas y de la vivienda, también se trata de una forma de “financiarización” de la vivienda; “proceso por el cual se empieza a priorizar el uso de la vivienda como un vehículo financiero y no como un medio para habitar. Es decir, pasa a convertirse en una divisa más para la especulación y el flujo de capital”; según expuso en un artículo.
De acuerdo con datos expuestos por Graciela Márquez Colín, presidenta del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI), en Yucatán hay 837 mil 068 viviendas particulares, de las cuales 658 mil 085 están habitadas, 108 mil 752 deshabitadas y 70 mil de uso temporal
La funcionaria detalló que Mérida es el municipio con más viviendas habitadas, con 303 mil 783. Las tasa de viviendas habitadas tuvieron un crecimiento del 2.178 por ciento en 2020, con respecto al 2010. En promedio hay 3.5 ocupantes por vivienda particular habitada.
La burbuja ocasiona que los precios se inflen o incrementan sin que para ello exista una razón lógica. Su aumento se fundamenta básicamente en la especulación y en el deseo de la gente de adquirir bienes para luego vender a mejor precio, aprovechando precisamente ese incremento de los precios.
Escoffié Duarte reconoció que gran parte de la situación de vivienda de Mérida está marcada por una burbuja inmobiliaria, que por un lado genera asentamientos precarios e irregulares y por otro ha generado viviendas desocupadas; alrededor de 62 mil, según datos del INEGI.
El 90 por ciento de estas casas, precisó, se encuentran en la en norte de la ciudad, donde supuestamente está la zona con mayor plusvalía del estado.
Son viviendas, explicó, que puede ser que estén abandonadas, que estén en venta pero nadie las ha comprado, es decir no están siendo ocupadas por nadie en la actualidad.
“Pero vemos que se están desarrollando viviendas que no responden a la oferta real de necesidad habitacionales de la ciudad y están basadas en la especulación y en la burbuja inmobiliaria”, manifestó.
La abogada insistió en que esto es un síntoma de la burbuja inmobiliaria que se vive en la ciudad y en el estado; es una de las señales de alerta: las 62 mil casas desocupadas, el incremento de los precios de la vivienda.
Antes de la pandemia del Covid-19, según expuso, el ritmo de crecimiento de los precios inmobiliarios era del 12 por ciento; ahora es mayor.
Aunado a esto, agregó la directora del Centro de Derechos Humanos de la Facultad Libre de Derecho de Monterrey, se tienen los lotes de inversión que han deforestado, acabado y despojado a pueblos mayas de sus territorios.
Además que se venden en zonas “absurdas”, donde nadie va comprar y donde no hay perspectiva de urbanización “en conjunto son elementos que nos ayudan a ver la burbuja inmobilaria”,
Para la especialista, no es de extrañar que en varios de estos asentamientos precarios que están creciendo en Mérida, gran parte de la población sea maya.
“Esto nos habla que cuando hay un despojo en el territorio por la especulación inmobiliaria, así como toros fenómenos, lo que vamos a ver es este crecimiento de asentamientos irregulares”, indicó.