Abusos contra atletas en Yucatán: un historial de quejas documentadas desde 2010
Abusos en el deporte yucateco: un escándalo silenciado por más de una década
Por Abraham Bote Tun
Desde el 2010, el deporte en Yucatán ha estado marcado por una realidad sombría: abusos físicos, maltratos psicológicos y violaciones flagrantes de los derechos humanos han dejado una profunda cicatriz en la vida de decenas de atletas, incluidos deportistas de alto rendimiento y personas con discapacidad.
Entre 2010 y 2024, el Instituto del Deporte del Estado de Yucatán (IDEY) ha sido señalado por diversas violaciones a los derechos humanos de atletas, incluidos deportistas de alto rendimiento y personas con discapacidad. La Comisión de Derechos Humanos del Estado de Yucatán (Codhey) ha documentado 24 expedientes que exponen abusos físicos, maltratos psicológicos y discriminación en distintas modalidades deportivas, con un total de 10 quejas formales contra el Instituto.
Los casos más recurrentes incluyen maltrato infantil, negligencia en la atención médica de atletas lesionados y abuso de poder por parte de entrenadores y autoridades deportivas.
De acuerdo con datos obtenidos vía Transparencia, la Codhey señala que entre 2010 y 2015, se registraron denuncias en contra del IDEY por prestación indebida de servicio público, violaciones a los derechos del niño, al derecho a la igualdad y trato digno, y al derecho al descanso y disfrute de actividades recreativas.
A su vez, en 2017 se retomaron las denuncias, con una acusación de violación a los derechos del niño y falta de protección a su integridad. Este patrón se repitió en 2018 y 2019, cuando las violaciones a los derechos de los menores volvieron a ser el foco, junto con denuncias por negativa al derecho de petición y violaciones al derecho al trato digno.
Por lo menos, 24 casos emblemáticos se han señalado directamente en contra del Instituto del Deporte del Estado de Yucatán (IDEY), institución que debería ser sinónimo de apoyo y desarrollo para los atletas, pero que ha sido acusada de corrupción, negligencia y represalias.
Estos expedientes, proporcionados por la CODHEY, a través de una solicitud de Transparencia, contienen historias que no solo indignan, sino que revelan la profunda vulnerabilidad en la que se encuentran los deportistas.
Un entrenador de fútbol abusando de un menor en 2013, padres de atletas de judo denunciando malversación de fondos y represalias en 2014, y una atleta amenazada en 2015 con perder sus premios si no los devolvía, son solo algunos de los casos que dejan claro que la podredumbre en el deporte yucateco no es aislada, sino sistemática.
Esta investigación busca exponer un problema que, a pesar de las quejas, sigue latente y, hasta hoy, desatendido. ¿Cuántas más víctimas deben alzar la voz antes de que se haga justicia?
Entre 2010 y el 11 de septiembre de 2024, la Comisión de Derechos Humanos del Estado de Yucatán (CODHEY) ha registrado 109 quejas relacionadas con abusos, maltrato físico, psicológico y otras violaciones de derechos humanos contra atletas, incluidos deportistas de alto rendimiento y personas con discapacidad.
Este oscuro panorama refleja una problemática arraigada en el ámbito deportivo de la región, con implicaciones que abarcan desde el maltrato infantil hasta la negligencia institucional.
En respuesta a la solicitud de información sobre las quejas relacionadas con abusos y maltratos a atletas en Yucatán, se ha revelado un preocupante panorama que abarca desde 2010 hasta 2024, donde se han registrado 24 casos emblemáticos en contra del Instituto del Deporte del Estado de Yucatán (IDEY). Los expedientes destacan múltiples acusaciones de abusos físicos, psicológicos y mal manejo de recursos en diversas disciplinas deportivas.
Entre los casos más emblemáticos registrados desde 2010 en contra del Instituto del Deporte del Estado de Yucatán (IDEY), se destacan múltiples quejas relacionadas con abusos físicos, maltratos psicológicos, y diversas violaciones hacia atletas, tanto de alto rendimiento como con discapacidad. Entre las denuncias figuran casos como el abuso de un menor de edad por parte de un entrenador de fútbol en 2013, quien fue llevado a un lugar apartado para cometer el delito.
También se reportaron múltiples quejas contra entrenadores y directivos por discriminación, represalias, y mal manejo de recursos.
Un ejemplo notable fue en 2014, cuando los padres de atletas de judo denunciaron que el presidente de la asociación se apropiaba de los fondos destinados a competiciones y cobraba a las familias, mientras que los entrenadores tomaban represalias contra los deportistas que alzaban la voz.
Asimismo, en 2015, una atleta ganadora de un maratón organizado por el IDEY fue amenazada con perder sus premios si no los devolvía, lo que generó una serie de acusaciones de corrupción y abuso de poder dentro de la institución. Estos expedientes reflejan una grave crisis de transparencia y protección hacia los deportistas en Yucatán.
2010-2015: El periodo más crítico
El periodo más problemático fue entre 2010 y 2015, con un total de 100 quejas, el 91.7% de todas las registradas hasta la fecha. Durante este tiempo, las principales violaciones incluyeron:
- Violación a los derechos de los niños.
- Falta de igualdad y trato digno.
- Negación del derecho al descanso y disfrute de actividades recreativas.
El Instituto del Deporte del Estado de Yucatán (IDEY) fue señalado como la autoridad implicada en la mayoría de estos casos, reflejando una falla sistémica en la gestión y trato hacia los deportistas. Las quejas se concentraron bajo las administraciones de Ivonne Ortega Pacheco (2010-2012) y Rolando Zapata Bello (2012-2015), siendo un periodo en el que la vulnerabilidad de los jóvenes deportistas, especialmente los menores de edad, fue una constante.
2016-2024: Disminuyen las quejas, persisten las violaciones
A partir de 2016, se observa una reducción significativa en el número de quejas. Sin embargo, la baja en las denuncias no refleja necesariamente una mejora en las condiciones de los atletas, sino más bien un periodo de opacidad en el registro de casos.
En 2016, solo se documentaron dos quejas, ambas vinculadas a violaciones de derechos de menores y mal manejo por parte del IDEY. Este patrón se repitió en los siguientes años, con una queja por año en 2017 y 2018, y un leve repunte en 2019 con cuatro quejas. Las violaciones señaladas durante este periodo incluyen maltrato infantil, trato indigno y falta de protección a la integridad de los atletas menores de edad.
2020-2024: ¿Una mejora o falta de transparencia?
Entre 2020 y 2024, las quejas fueron prácticamente inexistentes, con años como 2020, 2021 y 2023 sin reportes formales. Solo en 2022 se registró una denuncia por prestación indebida de servicios y violación a la seguridad jurídica. Esta falta de quejas podría interpretarse como una mejora en las condiciones, pero también podría ser señal de deficiencias en los mecanismos de denuncia o miedo a represalias.
Recomendaciones de la CODHEY: Un seguimiento desigual
Durante este periodo, la CODHEY emitió varias recomendaciones para abordar las violaciones documentadas. La recomendación 19/2016, dirigida al director del IDEY, concluyó con pruebas de cumplimiento total, indicando una respuesta positiva. Sin embargo, otras recomendaciones, como la 08/2021 y la 05/2024, aún están en proceso, lo que sugiere que los esfuerzos para resolver los problemas no han sido completamente efectivos.
El trasfondo de los abusos: Casos documentados
Un historial alarmante de abusos
El historial de abusos es extenso y preocupante. Uno de los casos más impactantes ocurrió en 2013, cuando un entrenador de fútbol fue acusado de llevar a un menor de 11 años al monte, donde cometió abusos. Este caso, documentado bajo el expediente 00653/2013, encendió las alarmas sobre la necesidad urgente de medidas de protección para los niños en el deporte.
Ese mismo año, en nado sincronizado, varias atletas denunciaron maltrato psicológico y discriminación por parte de entrenadoras. Los expedientes 00280/2013 y 00394/2013 reflejan cómo la falta de respuestas efectivas del IDEY agravó la situación.
Discriminación y corrupción en el judo
El judo, una disciplina importante en Yucatán, también ha estado marcado por la corrupción. En 2014, el presidente de la Asociación de Judo fue acusado de mal manejo de recursos, cobrando a los padres gastos que ya estaban cubiertos por el gobierno. Expedientes como el 00179/2014 y el 00283/2014 documentan represalias y maltratos hacia los niños cuando sus padres cuestionaban las irregularidades.
Atletas con discapacidad: Un sector vulnerable
Los abusos hacia atletas con discapacidad también han sido un problema constante. En 2014, una joven atleta con diabetes tipo 1 fue castigada por no poder realizar ciertos ejercicios, lo que puso en riesgo su salud. El expediente 00541/2014 documenta cómo este castigo afectó gravemente los niveles de glucosa de la menor.
Amenazas e intimidaciones
Otro caso inquietante es el de una maratonista que fue obligada a devolver sus premios bajo amenazas de represalias laborales. Este incidente, registrado en el expediente 00452/2015, evidencia el clima de intimidación que prevalece en algunos sectores deportivos.
¿Qué se ha hecho al respecto?
A pesar de la gravedad de estos casos, las respuestas por parte del IDEY han sido, en muchos casos, insuficientes. Las familias de los atletas han denunciado represalias y falta de transparencia en las gestiones del Instituto, lo que ha generado desconfianza y temor en la comunidad deportiva.
El director actual del IDEY ha reconocido parcialmente la responsabilidad en estos casos, pero las demandas por una mayor protección a los atletas, especialmente a menores de edad y personas con discapacidad, continúan.
Conclusión: Un camino largo por recorrer
El historial de abusos contra atletas en Yucatán revela una problemática estructural que, aunque ha mostrado cierta mejoría, sigue sin resolverse. Las recomendaciones de la CODHEY representan un avance hacia la justicia, pero aún queda mucho por hacer para asegurar que los derechos de los deportistas, en especial los más vulnerables, sean respetados y protegidos.
El deporte debe ser una vía para el desarrollo y la superación, no un espacio de abuso e impunidad. Las reformas estructurales y una mayor transparencia en la gestión del deporte en Yucatán son indispensables para garantizar un entorno seguro y justo para todos los atletas.