De lento aprendizaje: un ejercicio de sanación y rabia sobre las vivencias de crecer con TDAH

Por Abraham Bote Tun

En Yucatán, México, crecer con Trastorno por Déficit de Atención e Hiperactividad (TDAH) implica enfrentarse a una infancia marcada por la violencia y el adultocentrismo. Las personas adultas a menudo no comprenden a estas infancias, perpetuando estigmas y prejuicios que los etiquetan como desobedientes, alterados, y distraídos.

Este entorno hostil no solo se limita al ámbito familiar, sino que también se extiende al entorno escolar, donde el sistema educativo carece de herramientas para tratar de manera efectiva y responsable a las personas neurodivergentes.

El relato de Fátima Gamboa, plasmado en su libro De lento aprendizaje, ofrece una mirada profunda y dolorosa sobre las vivencias de crecer con TDAH en un contexto de violencia y exclusión. Su obra no es una historia de éxito, sino un testimonio de las violencias sufridas, especialmente por ser una mujer maya racializada. Al mismo tiempo, es un ejercicio de sanación, de dolor, de rabia y de búsqueda de justicia.

“El libro es un ejercicio de sanación, de reclamo y de denuncia. Busca visibilizar las múltiples formas de violencia que enfrentan las personas con TDAH, especialmente las mujeres indígenas.”

Gamboa expone cómo el TDAH, sumado a la discriminación racial y de género, agrava la marginalización y el sufrimiento en un sistema educativo racista y violento.

Los castigos violentos y la estigmatización son una realidad cotidiana para muchos niños con TDAH, quienes son expuestos y señalados como incapaces de adaptarse al sistema educativo convencional. Estos discursos, cargados de prejuicios, dejan heridas y secuelas profundas en la mente y el corazón de los afectados, marcando su desarrollo y autoestima.

El caso de Fátima Gamboa es representativo de una problemática más amplia que afecta a miles de niños y niñas en Yucatán y en otras regiones de México. Su libro es un llamado urgente a la reflexión y a la acción, para construir un sistema educativo inclusivo y sensible a las necesidades de las personas neurodivergentes.

Esta historia, y muchas otras similares, subraya la necesidad de cambiar las narrativas y prácticas que perpetúan la exclusión y la violencia, y de fomentar un entorno donde todos los niños puedan desarrollarse plenamente.

Gamboa Estrella explora cómo la experiencia de ser una persona con TDAH se complica aún más cuando se enfrenta al racismo y a las expectativas de género tradicionales.

“Mi objetivo era generar una reflexión más amplia y profunda sobre cómo se vive el TDAH, no solo desde la perspectiva médica o informativa, sino desde cómo estas condiciones se manifiestan en la vida cotidiana y en el sistema educativo,” comenta Gamboa Estrella.

Gamboa Estrella critica el sistema educativo, que a menudo castiga a los estudiantes por comportamientos que no se ajustan a las normas tradicionales.

Ella recuerda cómo, siendo niña, sus intentos de balancearse en el suelo del aula fueron reprimidos y castigados, reflejando un enfoque punitivo que reforzaba los roles de género. “No es lo mismo que un niño se balancee en el salón que una niña. La respuesta fue un castigo, que incluía barrer el salón durante el descanso, reiterando los roles de género tradicionales,” explica la autora.

Además, Fátima destaca cómo la diversidad y la neurodiversidad son vistas con recelo en un sistema que prioriza la uniformidad. Ella denuncia que el racismo y el patriarcado se entrelazan con las expectativas académicas y sociales, excluyendo a las personas de contextos indígenas y racializados de oportunidades equitativas. “El sistema educativo y social a menudo perpetúa ideologías racistas y patriarcales que limitan el acceso y la inclusión de personas con TDAH,” señala Gamboa Estrella.

El libro de Gamboa Estrella también aborda la forma en que el sistema educativo y familiar perpetúa la violencia y el estigma. Ella menciona que el sistema no está preparado para lidiar con la neurodiversidad y que las violencias y prejuicios son a menudo normalizados. “La familia y el sistema educativo deben dejar de etiquetar y segregar a los niños que se comportan de manera diferente. Es crucial escuchar, empatizar y apoyar a estos niños en lugar de castigarlos o ignorarlos,” afirma.

La autora también reflexiona sobre su propio proceso de sanación a través de la escritura. “Escribir el libro ha sido una forma de reclamar mi dignidad y de enfrentar los dolores y las injusticias vividas,” comenta Gamboa Estrella. Ella subraya que la diversidad debe ser reconocida como una forma de resistencia y que la búsqueda de justicia debe ser una parte integral de la vida en un sistema que a menudo niega y margina.

En conclusión, “De Lento Aprendizaje” no solo es un testimonio personal, sino también una llamada a la acción para revisar y transformar las estructuras sociales y educativas que perpetúan la violencia y el estigma. Fátima Gamboa Estrella invita a todos a reconocer y valorar la diversidad, y a trabajar hacia un sistema más inclusivo y justo para todos.

Aquí pueden encontrar el libro: https://linktr.ee/fatimagamboa?utm_source=linktree_profile_share&ltsid=2e9f5123-4fd0-422f-905a-02763a9c09d1

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