Pobladores de Santa María Chí exigen reubicación de granja de cerdos
Ocasiona malos olores y problemas en la salud de la comunidad
Por Abraham Bote Tun
Pobladores de la subcomisaría de Santa María Chí, al oriente de la ciudad de Mérida, exigen a las autoridades del municipio y del estado que una granja de cerdos, de la empresa San Gerardo, sea reubicada de la comunidad, pues señalan que ocasiona mal olor o enfermedades entre la población.
Además, que acuda personal de Salud para verificar el estado de las y los habitantes que presentan problemas respiratorios a consecuencia de un incendio en los terrenos de la granja.
Desde el pasado 3 de abril se registró un incendio en los terrenos de la mencionada granja, lo que ocasionó que el humo dispersara malos olores entre toda la comunidad, afectando la salud de la población.
El siniestro fue controlado gracias a la lluvia el pasado fin de semana; sin embargo, ante la falta de acción de las autoridades municipales y del estado, quienes no acudieron al lugar para atender las posibles afectaciones a la salud de las personas, las y los pobladores decidieron instalar un campamento cerca de las instalaciones de la granja.
“Por nuestra salud, fuera San Gerardo”, “no a la contaminación”, se pueden leer en algunos de los carteles que colocaron.
La granja, la cual es socia de Kekén, según los pobladores, está instalada en el pueblo desde hace más de 20 años. Se encuentra a sólo 500 metros de la comisaría y produce 2 mil cerdos al mes. “Siempre hemos tenido ese mal olor, solo que ya el pueblo decidió alzar la voz a razón del incendio que generó más mal olor”; indicó Wilberth Alfonso Nahuat Puc, comisario municipal de Santa María Chí.
“Ya ni uno puede salir a tomar a tomar aire en la puerta de su casa, porque lo que respira es olor a mierda de cochinos, el ruido de las noches, mucha gente con ansiedad ya no dormimos tranquilos, quizá te acostumbras, pero la salud mental está de por medio de todo esto”, manifestó.
El poblador explicó que el 3 de abril la población se empezó a quejar a través de redes sociales por un mal olor, algunas personas empezaron a comentar que estaban quemando los cochinos de la granja, porque era “un olor fétido, que lastimaba la nariz”.
Al principio, al estar acostumbrados al mal olor, pensaron que era algo normal, pero al notar que el problema iba incrementando decidieron acudir a la granja, pero el personal negó que se estuviera quemando algo en el lugar.
“Pasaron los días, el olor seguía, hasta que el fuego se empezó a acercar, nos dimos cuenta de que realmente eran terrenos de la granja, pero no es simple maleza, sino que es el estiércol de los cochinos que se acumuló”; indicó.
Acudieron bomberos para intentar apagar el incendio, pero no lo hicieron de manera adecuada, por lo que éste continuó.
Ante el insoportable mal olor, el comisario decidió acudir a las autoridades de Desarrollo Sustentable la Secretaría de Salud, y del Ayuntamiento de Mérida el 11 de abril para que vayan a intervenir, no obstante, no recibieron apoyo.
Además, la granja no mostró interés por mitigar el incendio. “No sé si por negligencia o a propósito, para borrar evidencias, no lo sé”, expuso.
AFECTACIONES A LA SALUD
Sin embargo, el sábado 13 de abril la comisaría “se llenó de humo”, que se desprendió del incendió, lo que ocasionó problemas en la salud de las y los habitantes de la comisaría, principalmente dolor de garganta, tos, y otras enfermedades respiratorias.
Fue hasta el 14 de abril, que gracias a la lluvia que el incendió se controló en su totalidad.
Ante este panorama, la comunidad exige la reubicación de la granja fuera del pueblo, porque a falta de la mediación que queríamos con personal de la granja.
El comisario indicó que, a consecuencia de su protesta, la Policía Estatal de Investigación (PEI) le notificó que la empresa porcícola lo demandó por “obstrucción del acceso y retener sus trabajadores”; lo cual es falso, aseguró el poblador.
“El llamado a las autoridades es que nos ayuden a que esta granja se reubique a otro lado, prácticamente la tenemos a 500 metros de la comisaría,, la entrada principal está a cinco metros de la primera casa, causa muchos problemas tanto a la infraestructura vial como contaminación al aire”, sentenció.