En 10 años, el IMM ha ayudado a más de 38 mujeres a huir de Yucatán por la violencia que sufrían

8 de estas mujeres han sido canalizadas fuera del país

Texto y foto por Abraham Bote

En 10 años, del 2012 al 2022, el Instituto Municipal de la Mujer ha ayudado a más de 38 mujeres a huir del estado por la situación de violencia doméstica que sufrían, informó Fabiola García Magaña, titular de la dependencia.

De esta cifra, alrededor de 30 mujeres han sido colocadas en algún estado del país y 8 en otros países; con apoyo ce la Red internacional de Refugios.

Actualmente, según indicó la funcionaria, el refugio municipal se encuentra en un 80 por ciento de su capacidad.

De acuerdo con García magna, el espacio de refugio que cuenta el municipios, está basado en un modelo que resignifica los derechos de las mujeres, sobre todo el de vivir una vida libre de violencia.

“Son mujeres que han sido víctima de violencia extrema, parte de nuestro modelo es resignificar los derechos humanos”, recalcó.

Asimismo, aclaró que las mujeres que acuden al refugio no es porque quieran estar “encerradas”, sino es algo que necesitan, porque el acceso a su vida libre de violencia no esta siendo respetado.

Además, indicó que a través de las intervenciones y acompañamiento que se les ofrece en este espacio, se les hace notar la importancia de que vivían. Una vida libre de violencia, les ayudan a fortalecer su autonomía, empoderamiento, entre otras cosas.

Sin embargo, la abogada indicó que cuando el refugio ya no representa un área de seguridad par las mujeres, tiene que activar otras redes, ya sea personales o institucionales, las peritas son con las familias a quienes contactan para que las puedan resguardar.

Las segundas, agregó, es cuando ya no se pide apoyo a la Red Internacional de Refugios para que sean trasladas dentro del país o fuera a países como China, Colombia, Canadá Argentina, Perú, o Estados Unidos.

En 10 años, han apoyado a 8 mujeres para que se refugien fuera del país, de estas mujeres todas permanecen en estos países. Esto quiere decir, reiteró, que su integridad física y emocional está en riesgo y la entidad ya no representa seguridad.

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