Yucatán tiene un sistema de seguridad “autoritario”, revela informe del CASEDE

La Paz en Yucatán es un mito que urge ser desmitificado, especialistas

Por Abraham Bote / Imagen SSP

A pesar de que los índices de homicidios son bajos en Yucatán, a comparación de otros entidades, el estado no es un “edén de paz”, imperan las violaciones a los derechos humanos, la tortura, por parte de las policías, violencia de género, feminicidios, mafía inmobiliaria entre otros asuntos, y la seguridad solo le llega a un sector privilegiado de la población, revelaron investigadores de Colectivo de Análisis de la Seguridad con Democracia (CASEDE).

Ante los resultados detectados, los investigadores concluyeron que el sistema de seguridad que impera en el estado es “totalmente autoritario”: no es viable el modelo policíaco vigente, por lo que es importante “desmitificar” este discurso de que en Yucatán no pasada nada y que es el lugar más seguro del país.

Para resolver este problema, señalaron que es necesario que la ciudadanía sea más empática y no sea ajena a los abusos, que se unan, junto con cámaras empresariales, la academia y agrupaciones civiles.

Este martes 11 de enero, presentaron una investigación sobre la preocupante situación de los derechos humanos y la seguridad en Yucatán, denominada La paz como mito: el insostenible modelo de seguridad pública de Yucatán”.

El informe fue presentado por el presidente de CASEDE, Raúl Benítez Manaut, el periodista Sergio Aguayo, integrante de CASEDE, y y por Jorge Fernández Mendiburu, académico de la  Escuela Nacional de Estudios Superiores (ENES), de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAMO) y miembro del grupo Indignación.

Raúl Benítez expuso que en Yucatán se presume su modelo policíaco como el más efectivo a nivel nacional, sólo por un índice y la tasa de homicidios, que si bien es el más bajo del país, ¿a costa de qué?.

“A costa de una gran impunidad, la extensión de la tortura como método policíaco de acción, las cárceles como espacios donde corre peligro la vida de los reos y donde la seguridad pública es para una porción muy baja de la población y los pobres, clases medias son asolados por muchas manifestaciones del delito”; manifestó.

“El sistema de seguridad pública de Yucatán es totalmente autoritario, de mano dura y evocativo de lo peor de Rudolph Giuliani, ene nUeva York (abogado personal de Donald Trump)”; sentenció.

El académico mencionó el caso de José Eduardo Ravelo, quien fue torturado y detenido de manera ilegal por la Policía de Mérida, según confirmó la Comisión Nacional de Derechos Humanos (CNDH). “Esta acción de mano dura, de violación flagrante de los derechos humanos, de una absoluta no comprensión de lo que debe ser la seguridad pública en manos de los agentes, es la que no podemos aceptar”, señaló .

“Con el pretexto de preservar la paz, la Secretaría de Seguridad Pública(SSP) de Yucatán viola regularmente derechos humanos. Destacan en este sentido los casos de detenciones arbitrarias, tortura y abusos policíacos cometidos contra personas vulnerables”; evidenció.También la represión de la protesta social no se ha traducido en una mejora en la seguridad de los yucatecos, agregó.

Para el director de CASEDE se necesita construir un modelo de seguridad con policías civiles, respeto a los derechos humanos de las y los habitantes y que esto esté por encima de la efectividad para bajar los homicidios; un sistema de seguridad pública que venga desde la ciudadanía, policías civiles para no seguir más violaciones.

En concreto afirmó: “No se puede seguir presumiendo un modelo seguridad pública con este tipo de agravios a la población”.

El informe indica que el crimen organizado sí actúa en Yucatán, algo que han negado las autoridades estatales. No obstante, “grupos criminales en la costa, que se disputan es el control de la captura del pepino de mar (una especie en peligro de extinción). También alude a la relación de éstos con las autoridades”.

Asimismo, el crecimiento desordenado de los grandes desarrollos, inmobiliarios, algo “inexplicable”, lo que puede dar sospechas de lavado de dinero entre otros delitos.

Algunos de las hallazgos que se documentaron según expuso Fernández Mendiburu, es que el estado ocupa los primeros lugares en crímenes de odio por homofobia y transforma y en contra de la comunidad LGBT.

También, indicó el abogado, Kanasín estuvo, hace unos años, entre los tres primeros lugares de los municipios con más índices de criminalidad y los casos igual han aumentado en Umán. Esto ilustra una perspectiva de la seguridad clasista, pues los grupos más afectados son quienes perteneces a las clases medias bajas, las mujeres o la diversidad sexual.

El especialista indicó que espera que este reporte sirve como una llamada de atención para las autoridades estatales para pensar la política de seguridad en el estado.

SAIDÉN, EL REY DE LA SEGURIDAD

Los investigadores cuestionaron que Felipe Saidén Ojeda, secretario de Seguridad Pública (SSP) en Yucatán siga al frente de la dependencia desde el 2007 y pasando por diversas administraciones de distintos partidos. Entre 2002 y 2003 Saidén se desempeñó como director de seguridad pública del municipio de Benito Juárez en Quintana Roo. Dejó pronto el cargo entre acusaciones y fue imputado por ser cómplice del crimen organizado

“Ha estado en tres administraciones seguidas y eso nos hace preguntarnos cuáles son las causas para que una persona esté con administraciones de distintos partidos y se mantenga como secretario de la Policía Estatal. La FGE debería investigar a profundidad, ya que se sugiere que esta situación tiene como origen que hay un control sobre la plaza”, indicó.

“Entre 2002 y 2003 Saidén se desempeñó como director de Seguridad Pública del municipio de Benito Juárez en Quintana Roo. Saidén dejó pronto el cargo entre acusaciones y fue indiciado por ser cómplice del crimen organizado”, detalla el informe.

SOCIEDAD AJENADA

El periodista Sergio Aguayo opinó que la sociedad yucateca se ha desentendido de las violaciones a los derechos humanos y “regodearse en el mito de que es un estado seguro y una sociedad que no se está deteriorando como Cancún”; pero los síntomas están ahí.

Lee el informe completo: CLICK AQUÍ

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